NUESTRA HISTORIA

Nuestro Colegio “Misioneras de la Providencia” nace en Salamanca en la segunda mitad del siglo XX.

Fundamenta su tarea educativa en los principios pedagógicos de su fundador D. Joaquín Alonso Hernández, sacerdote salmantino inmensamente preocupado por la educación de todos los niños y jóvenes, de todas las clases sociales, sin ningún tipo de distinción.

Desde 1950, D. Joaquín había logrado reunir un grupo de jóvenes universitarias que, unidas por la fe en la Providencia de Dios, un gran amor a la Santísima Virgen y con mucha ilusión, impulsadas por la generosidad, la entrega y el espíritu emprendedor  de D. Joaquín, formaron la primera semilla de lo que, años más tarde en 1953, serían las “Misioneras de la Providencia”.

Este Colegio es el primero de la Congregación. Después de recorrer varios lugares en la ciudad, primero en El Arrabal del Puente (barriada en las afueras de Salamanca), después en la calle Isidro Segovia, más tarde en la calle José Antonio (hoy la actual calle Azafranal) y por último se adquiere un antiguo inmueble en la avenida Champagnat (ahora avenida de los Maristas), lugar donde se encuentra el colegio actual.

Es aquí donde en 1961 se construye un nuevo edificio para poder acoger al gran número de alumnas que acuden al “Colegio del sobre anónimo” como muchos le llamaban.

En  1975 se hace necesaria una nueva e importante ampliación del centro, con muy buenas instalaciones, para poder mantener la educación en todos los niveles formativos y seguir ofreciendo a la sociedad los servicios de internado, para alumnas de los pueblos y de otras ciudades; y comedor escolar para todos los alumnos que lo deseen y, desde entonces, se han ido mejorando los servicios, incluso en ámbitos extraescolares.

Desde hace ya varios años nuestro centro es mixto y los chicos y chicas procedentes de diversos puntos de la geografía española, e incluso del extranjero, siguen recibiendo, como era el deseo del fundador, una educación basada en el encuentro vivo con la cultura en su totalidad. Desde lo trascendente e intelectual hasta lo estético.

Así pues, la labor a la que nos hemos entregado desde la fundación del Colegio es la enseñanza, buscamos la  autoeducación de nuestros alumnos, para que ellos sean los principales agentes de su aprendizaje, el trabajo en equipo para que les enseñe a colaborar con los demás y la atención particular a cada alumno según sus necesidades, y así poder llegar a esa formación completa e integral.