CARÁCTER PROPIO DEL CENTRO

El carácter propio de un centro define la visión, la misión, los valores, los rasgos de identidad, la cultura organizativa de la Institución y lo que se pretende alcanzar con el tipo de educación que se imparte en el centro.
Establece un modelo de persona en su aspecto humano, ético y religioso, que será la base del modelo educativo en su vertiente pedagógica, didáctica y pastoral de todos los centros educativos de la Institución.
El carácter propio ofrece las claves de calidad del centro, el fundamento de su propia razón de ser y sus rasgos distintivos como Institución educativa en la sociedad.

La historia de nuestra Congregación de Misioneras de la Providencia es la historia de una pequeña semilla.
Dios, el buen Sembrador, puso un día en el corazón de D. Joaquín Alonso Hernández, nuestro Fundador, un deseo grande de amor, de ayuda, de acogida y comprensión hacia todas las personas necesitadas, sobre todo, niños y jóvenes. Él, como Capellán de la prisión de Salamanca durante algunos años, escuchó por boca de muchos presos, sus tristes y duras historias; historias de una infancia infeliz, sin cariño, sin comprensión, sin educación. Quizá nadie les dijo nunca que tenían un Padre que les amaba por encima de todo. Quizá nadie caminó a su lado, nadie escuchó sus problemas y por eso cayeron en un pozo sin fondo.

El Padre Joaquín vio ahí la necesidad de la educación en unos valores humanos, cristianos y religiosos. Dios se sirve de todas las circunstancias vividas para sembrar en su corazón una nueva inquietud: extender el mensaje del Amor y la Providencia de Dios Padre a este mundo tan necesitado de esperanza. Proclamar con la vida que «el secreto de la felicidad es la confianza en Dios».

Así nació esta Congregación, el dos de febrero de 1953.

Su nombre: Misioneras de la Providencia.
Su lema: «Vivir de Dios para darse a los demás».
Su carisma: La confianza ilimitada en el amor y Providencia de Dios.
Centro y Guía de la Congregación: La Santísima Virgen.

El apostolado de las Misioneras de la Providencia es tan amplio como amplia y universal es la caridad: enseñanza, residencias, misiones, labor pastoral en Parroquias…

Las Hermanas Misioneras de la Providencia, siguiendo el testimonio de nuestro Fundador, queremos continuar siendo en este tiempo mensajeras de la Providencia de Dios.